viernes, 5 de marzo de 2010

Triste.

Triste, tan triste como nunca había estado.
Hundido, como si fuera el apoyo de todos los temores y fracasos.
Apagado, porque la luz que me hacía brillar se me apaga, se me va.

Solo.
Ella está pero sin estarlo.

Vacío, sintiendo que simplemente de mí no queda nada.
Triste, tan triste como un océano sin agua, como un cielo sin sol.
Tan triste como un reino sin su Princesa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca me habia sentido tan identificada como en el momento en que lei esta entrada, gracias por demostrarme que no soy la unica que ha sentido el vacio en su vida.

Anónimo dijo...

Esa es una etapa ,un momento que en la vida se da y tenemos que aprender a sacar fuerzas para levantarnos y seguir adelante no dejen que el bajon gane aunque sea imagine cosas positivas eso ayuda mucho

FUERZA XAVIER ANIMO SIGA ADELANTE EXCELENTE BLOG

saludos desde Ecuador

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.